QUÉ HACEMOS
Instalamos capacidades técnicas en equipos profesionales y ejecutores a nivel local y generamos un modelo de acompañamiento en el proceso de implementación, para que la acción social se ajuste al modelo técnico y cumpla con los estándares de calidad.
Acompañamos y entregamos herramientas de parentalidad y crianza a familias con hijos e hijas pequeños desde el nacimiento y hasta los seis años de vida.
Promovemos nuestro propósito de “transformar las relaciones humanas al interior de la familia, logrando que cada persona sea una mejor versión de sí mismo, contribuyendo a construir una sociedad más respetuosa, fraterna y justa”.
Generamos evidencia y conocimiento en materia de infancia propiciando altos estándares en la acción social.
CÓMO LO HACEMOS
Diseñamos e implementamos programas de infancia de calidad con estándares de excelencia
Ejecutamos tres programas de intervención definidos como preventivos y promocionales: Juguemos con Nuestros Hijos, Crecer Jugando y Jugar para Conectar; que buscan potenciar el desarrollo integral de niños y niñas de 0 a 48 meses a través del juego, promover las habilidades parentales; y favorecer la generación y mantención de redes de apoyo en la etapa de crianza.
Generamos espacios de formación a profesionales vinculados a infancia temprana y certificamos a profesionales y equipos que implementan nuestros programas
Capacitamos a través de la metodología de educación de adulto en diversas temáticas como trabajo con familias; parentalidad y vínculo; desarrollo infantil y emociones; juego sensible e interacción; y promoción del lenguaje y la lectura. El proceso de capacitación cuenta con formación técnica teórica- práctica y supervisión en terreno a través de un modelo de acompañamiento que resguarda que la intervención se ajusta al modelo técnico y cumpla con los estándares de calidad.
Establecemos alianzas estratégicas público y privadas que impulsan la sustentabilidad, el desarrollo técnico y la incidencia de la organización
Incidimos y visibilizamos los temas urgentes sobre infancia a través de la participación en distintas instancias de trabajo.
Generamos espacios de encuentro y diálogo que nos permitan trabajar por mejorar la infancia y transformarnos en una sociedad más digna, fraterna y justa.
Evaluamos e investigamos nuestros programas propiciando altos estándares de calidad
Realizamos procesos de revisión, análisis, diseño, re-diseño y sistematización de la oferta teórica, propiciando la actualización y desarrollo técnico de los programas.
Impulsamos investigaciones que generen conocimiento y evidencia, respecto al impacto de nuestros programas para aportar a nuestra sociedad en materia de intervención temprana y trabajo con familias.
Implementamos un sistema de monitoreo que nos permite medir la intervención de nuestros programas y la instalación del modelo técnico
POR QUÉ LO HACEMOS
Durante los primeros años de vida el cerebro realiza un millón de conexiones neuronales por segundo, las cuales van conformando una red que sostendrá los aprendizajes futuros. Durante los dos primeros años de vida el cerebro alcanza hasta un 80% de su tamaño final.
El retraso en desarrollo infantil afecta al 28% de los menores de 5 años
A nivel mundial, en los países con ingresos medianos y bajos, cerca del 80% de niños de 2 a 4 años son objeto habitual de métodos violentos de disciplina; y cerca de 15,5 millones de niños de 3 a 4 años, no tienen a un adulto que se ocupe de leer, contar cuentos o dibujar con ellos1.
En Chile tres de cada cuatro niños o niñas sufren violencia de sus padres, agudizando graves problemas de salud mental que nos aquejan socialmente.
Según diferentes estudios, en la última década los niveles de maltrato de parte de los padres, madres o cuidadores se mantienen sobre el 60%, es decir, 6 de cada 10 niños es disciplinado con métodos violentos como parte de su crianza2
75,8% de los padres no cuenta con apoyo en la crianza y 62,5% utiliza métodos violentos de disciplina en la crianza de sus hijos.
“La búsqueda del crecimiento con equidad es apremiante en el contexto de las significativas y persistentes desigualdades sociales. En particular, Chile tiene unas de las distribuciones del ingreso más desiguales entre las economías emergentes”3.
“La familia es el grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y bienestar de todas y todos sus miembros… la familia es un elemento primordial para el desarrollo social, cognitivo y emocional de las y los sujetos; no solo de los hijos e hijas, sino que también de las madres y padres”4.
1 Bases de datos mundiales de UNICEF, 2017, Encuestas agrupadas de indicadores múltiples (MICS) para el período 2005–2016. 2 https://unicef.cl/web/unicef-alerta-sobre-altos-indices-de-violencia-intrafamiliar-hacia-los-ninos-en-chile/ 3 Roberto Pizarro, Desigualdad en Chile: desafío económico, ético, y político, Polis [En línea], 10 | 2005, Publicado el 11 noviembre 2012, consultado el 13 octubre 2019. URL: http://journals.openedition.org/polis/7561 4 Convención de Derechos del niño
CIFRAS DE LA EVIDENCIA
- Porque durante los primeros años de vida el cerebro realiza 1.000.000 de conexiones neuronales por segundo y a los dos años de vida, el cerebro alcanza hasta un 80% de su tamaño final, sentando las bases neurológicas para todo el aprendizaje y desarrollo posterior de ese niño o niña.
- Porque por cada dólar invertido en primera infancia se puede obtener hasta 9 dólares de retorno.
- Porque a nivel mundial más de 250 millones de niños o niñas no logra alcanzar su potencial debido a situaciones de pobreza, malnutrición y vulnerabilidad (Britto, Boller y Yoshikawa, 2012).
- Las niñas y niños más pequeños (0 a 5 años) muestran una mayor prevalencia de pobreza, alcanzando el 11.35% (Casen 2022)
- Porque 20,2% de la población infantil entre 0-3 años vive en pobreza multidimensional (Casen 2022).
- Solo el 22% de los niños y niñas de 0 a 3 años asiste a algún establecimiento educacional (Centro Estudios Mineduc 2023)
- Porque la principal razón de inasistencia, declaran los padres en un 64%, es que: No es necesario porque le cuidan en la casa (Casen 2022).
- Porque el estrés parental se ha descrito como un factor de crítica importante en la etiología del abuso y negligencia infantil (Deater-Deckard, 1998).
- Porque la parentalidad sería más estresante para padres que tienen menos conocimiento, menos percepción de competencias y menos apoyo emocional e instrumental (Deater-Deckard 1998).
- Porque los grupos de padres y madres pueden proveer de apoyo social y contribuir al aprendizaje entre pares para apoyar los cambios, siendo potencialmente más costos efectivos (Aboud y Yousafzai 2015).
- El 75.8% de los cuidadores no cuenta con apoyo en la crianza (Elpi 2017).
- Porque producto de la pandemia, cuidadores de niñas y niños pequeños refieren baja energía o tiempo para jugar y estimular, además de múltiples signos de desgaste emocional como irritabilidad, labilidad, preocupación y miedo, y bajos niveles de disfrute y optimismo. (CEDEP 2020).
- En el 62% de los hogares se imparte disciplina violenta ya sea a través de la agresión psicológica (57%), o del castigo físico (59%) (Unicef, 2021)
- Los síntomas depresivos en cuidadores y el estrés parental inciden en un aumento de la disciplina violenta, cuando se presentan con frecuencia también aumentan los problemas de comportamiento ya sea internalizante o externalizante en niños y niñas. (Unicef 2021)