Piloto Jugar Para Conectar

Este piloto se ha desarrollado desde el año 2018 y está centrado en las visitas familiares que reciben los niños y niñas que viven en una residencia.
Objetivos:
Generar interacción de niños y niñas con sus padres y/o cuidadores principales, propiciando el encuentro en un espacio de juego.
Promover la reflexión de la familia para que pueda conectar con los intereses del niño o la niña.
Para lograr estos objetivos, se acoge a las familias durante los horarios establecidos en la sala destinada para las visitas familiares.
Este trabajo es desarrollado por un equipo multidisciplinario conformado por profesionales vinculados a la residencia, educadoras de trato directo o algún administrativo que se encuentre certificado en esta metodología. Este equipo junto con gestionar y ejecutar el programa, tiene un rol fundamental en generar vínculos de confianza, apoyo y respeto entre niños y niñas y sus cuidadores.
Piloto
Las visitas tienen tres momentos principales:
El juego es natural en el niño o niña y constituye su actividad principal. Es fundamental para su desarrollo integral, ya que promueve habilidades motoras, capacidades cognitivas, desarrolla el lenguaje y la comunicación y genera competencias sociales y emocionales.
Este momento está orientado a promover la interacción gozosa y el juego diádico, donde se da la posibilidad de observar al niño o niña, seguir sus intereses y responder de manera sensible a sus necesidades, lo que permite fortalecer el vínculo.
La comunicación y el desarrollo del lenguaje son de extraordinaria importancia en la vida de niños y niñas. Ésta es una instancia grupal para compartir canciones interactivas y lectura dialogada.
Esta actividad favorece la comunicación, amplía el lenguaje y motiva la interacción, generando una instancia de encuentro e intimidad.
El momento de la conversación con los cuidadores es una instancia en que se anima a los adultos a comentar qué les gustó de la visita de ese día y qué cosas observaron o aprendieron de sus niños.
Esta reflexión tiene como objetivo ayudar a los familiares a observar y conocer a sus niños, promoviendo una correcta lectura de ellos y, por ende, comportamientos más sensibles que favorezcan el vínculo. Este momento busca también favorecer la reflexión, la confianza, la contención, la posibilidad de expresión de dudas y el compartir experiencias relacionadas a sus niños.
Grupos de Trabajo en Residencia
La intervención se organiza en grupos etarios según las necesidades de niños y niñas así como intereses y necesidades de los cuidadores. Algunas ideas sobre nuestros grupos de trabajo son:
En esta etapa del desarrollo es de gran importancia que existan espacios a nivel del suelo que permitan a los bebés disfrutar de la experiencia de la psicomotricidad libre. Para esto, la sala debe contar con un espacio con colchonetas y alfombras dispuestas en el piso. También se puede agregar un peldaño o tarima de madera o esponja que les permita subir y bajar con apoyo.
En este espacio y distribuidos en recipientes, se disponen sonajeros, pelotas y mordedores de diferentes texturas, portes y materialidades, así como trozos de telas que favorezcan el juego interactivo. Los móviles son fundamentales en la sala para este grupo, que normalmente cuelgan de una estructura elástica que permite que los bebés los tomen.
Cabe destacar que en este grupo etario es de vital importancia el manejo de la temperatura y la comodidad de la sala.
En esta etapa del desarrollo la exploración se vuelve primordial y el niño o niña debe gozar de experiencias de libertad motora y de actividad física desafiante: subir-bajar, entrar-salir, cargar-arrastrar, otro. Para esto son fundamentales las escaleras, los peldaños, las tarimas, los túneles, las colchonetas, las pelotas y los objetos de distintos pesos, como por ejemplo sacos de arena de diferentes tamaños y cajas de distintos portes para utilizar como bloques de construcción.